¿Queda alguien?
Ya pasó algún tiempo, eh?
Es igual, nadie me echó en falta. Más alante puede, pero hasta ahora no.
Vengo por aqui a cumplir con la idea con la que abrí este libro, contaros. Contaros lo que pienso, lo que siento. Y hoy siento que nuestra gente no tiene solución. Que mientras tres o cuatro destruyen cuanto humano encuentran por delante, tan sólo tres o cuatro les plantan cara. El resto o pasan, o son los masacrados.
Yo también cogería un fusil, o un cohete katiuska, si estuviera acojonado en una esquina y encima me cortaran la retirada. Lo que fuera, un navaja si acaso, como se defendían los últimos irakís cuando ordenadores con geta se les echaban encima.
Me enseñaron la paz, por eso ahora me cuesta tanto entender para que hacen falta armas. Menos mal que algunos asesinos me ayudan a comprender. ¿Será verdad que es imprescindible que haya ejércitos? Cuantos menos ejércitos más muertos, los libaneses lo saben bien.
Saludos a los que todavia oyen.